Un tema muy importante en la cocina o en la vida cotidiana (doméstica) es el almacenamiento de ciertos alimentos que tal vez no necesites todos los días, pero que siempre tienes almacenados en casa. esto incluye, por ejemplo, harina, pasta, lentejas, arroz y otras provisiones secas. sin embargo, todo lo demás también debe «almacenarse», como las bebidas o las latas.

¿Realmente necesito provisiones y, si es así, cuáles y cuántas?
Aquí va el primer consejo: adapta tus provisiones al espacio de almacenamiento disponible.
Si no tienes mucho espacio, como una despensa o una cocina pequeña, entonces no podrás almacenar grandes cantidades. No pasa nada; solo necesitas organizarte de otra manera. Las provisiones son fáciles de gestionar en términos de espacio. Así que determina cuántas provisiones son realmente necesarias para tus necesidades y planifica el espacio de almacenamiento o el sistema de organización en consecuencia. Una gran ventaja de tener provisiones es que puedes aprovechar ofertas y comprar productos a precios reducidos o en grandes cantidades, pero siempre teniendo en cuenta el espacio necesario para ello (de lo contrario, podrías perder el control sobre tus provisiones). En resumen, una buena gestión de las provisiones trae consigo innumerables beneficios (como ahorro de dinero y tiempo).
Un paso muy importante antes de reorganizar tus provisiones: ¡primero clasificar!
Otro pequeño consejo: al clasificar los alimentos, no necesariamente tienes que tirarlos, sino que puedes usarlos conscientemente. Inclúyelos en tu plan de comidas, de lo contrario, seguirán ahí. En cualquier caso, puedes descartar las compras fallidas, es decir, alimentos que querías probar pero que no te gustaron. También debes deshacerte de los alimentos que ya no son aptos para el consumo. A veces, al revisar tus provisiones, encuentras productos que se compraron en exceso y que no puedes consumir tan rápido. Esto suele suceder por perder el control y hacer compras duplicadas o múltiples. Es común encontrar varias unidades de especias y alimentos que apenas se usan, como tener cinco veces la misma especia o varios paquetes de harina cuando apenas horneas.
Con las provisiones secas surge la pregunta: ¿decantar, es decir, transferir a otros recipientes, o no?

Aquí hay algunas ventajas de decantar:
- Puedes ahorrar espacio porque se eliminan los envases voluminosos (por ejemplo, con el muesli).
- La extracción de los alimentos es a menudo más fácil que desde el envase original; además, muchos no se pueden volver a cerrar correctamente.
- Con recipientes transparentes (como la caja de cereales «jean» de keeeper), puedes ver de un vistazo lo que contiene y cuánto hay.
- Al transferir los alimentos a recipientes herméticos, también puedes evitar la presencia de invitados no deseados, como gorgojos o polillas de los alimentos. Además, al transferir el contenido, puedes verificar si el paquete ya estaba infestado, algo que, lamentablemente, no es tan raro.
¿Qué recipientes son adecuados para el almacenamiento de provisiones?
Las cestas y cajas de la serie «robert» son aptas para alimentos y también se pueden usar para almacenar papas, cebollas o manzanas en un lugar fresco y oscuro.
En cuanto al tamaño de los recipientes para cereales, aquí tienes un pequeño consejo:
- 1 kg de harina tiene un volumen de 1,4 l y, por lo tanto, necesita un recipiente de ese tamaño. Este ejemplo muestra que a menudo un mismo peso tiene un volumen diferente.
- Los recipientes redondos ocupan más espacio que los rectangulares o los estrechos y alargados, como la caja de cereales «jean» de keeeper, que es muy ahorradora de espacio y fácil de agarrar. En estantes altos, también es útil apilar los recipientes; por eso, asegúrate de que sean apilables. Además, siempre es aconsejable aprovechar al máximo el espacio disponible en cajones o estantes.

Si no deseas transferir tus provisiones, puedes usar clips de cierre para paquetes abiertos. Lo mejor es categorizar tus provisiones y utilizar una caja de almacenamiento por subcategoría, como la caja de transporte «robert» de keeeper o la Eurobox «luis» de keeeper. Evita crear un cajón de «cosas varias», ya que es fácil que los restos pequeños se pierdan allí. Establece un límite para cada categoría de artículos, lo que facilita mantener el orden y brinda una mejor visión general. Al elegir cajas y cestas de almacenamiento, asegúrate de que no sean demasiado grandes ni de almacenar demasiado en ellas, ya que se volverán muy pesadas y difíciles de sacar del estante
¡La etiqueta lo es todo!
Una vez que todos los alimentos y provisiones estén en su lugar designado, es importante etiquetar los recipientes o cajas adecuadamente. Aquí puedes dejar volar tu creatividad:
Ya sea con etiquetas bonitas, etiquetas de papel o con una etiquetadora… Lo importante es que sepas lo que hay en cada lugar y que sea visible para todos de inmediato. También, después de la compra semanal, es un gran alivio colocar las cosas en el lugar «correcto» de inmediato.
En resumen, se puede decir que una gestión óptima de las provisiones previene el desperdicio de alimentos y también te puede ayudar a ahorrar mucho dinero.